• Alvar de Dios, Zamora y Toro. La Verdad del Vino.

    Toro y Zamora. Alvar de Dios. Dar el paso de salir de casa, viajar, sin rumbo a veces. Dejarse llevar por quien te dice: ¿Por qué no a Zamora esta vez? Disfrutar del camino y llegar. Oler colores y saborear arormas de nuevo. Alzar la vista y colarte dentro de mil historias visuales.

    Alvar de Dios Hernández se encarga en Zamora, en la DO Toro de dotar de diferencia este mundo de la enología, del vino, de los paisajes y de tantos sentidos como podamos contar e inventar.

    Otro enorme tablero donde jugar sin parar. Ver poemas y recitar música. Toro, como de los labios de la poesía de siempre. Alvar de Dios Hernández. Larga vida a la imaginación.

    Toro, la ciudad insigne, la de las Leyes tan sabias
    que, a pesar de tantos siglos, aún perduran y se acatan,
    la que guarda entre sus muros tradiciones veneradas,
    la que de reyes es cuna y de varones de fama,

    Entre los muchos libros antiguos que hablan de Toro, hay uno titulado “El Cristo de las Batallas ó la Batalla de Toro : Romance histórico”, cuyo autor es Adrián López Bruguera, y está publicado en 1910.

    Dominando fértil vega de frutales alfombrada, donde la mies y la viña
    su óptimo fruto entrelazan, donde el Duero caudaloso,
    como serpiente de plata, a la sedienta llanura
    da el tesoro de sus aguas, la noble ciudad de Toro
    en un cerro se levanta.

    Toro, la ciudad insigne, la de las Leyes tan sabias
    que, a pesar de tantos siglos, aún perduran y se acatan,
    la que guarda entre sus muros tradiciones veneradas,
    la que de reyes es cuna y de varones de fama,
    la de los dulces racimos, la de guindas renombradas,
    la de riquísimos vinos, que dan alegría al alma.

    Tiene la vieja ciudad, además de las citadas,
    otra joya inestimable, escondida en la maraña
    de negrillos y de chopos, y de álamos y de acacias.

  • Andrés Gómez. Otra Natural Diferencia.

    Hablar de Andrés Gómez es hacerlo de los sentidos, es hablar de VINESTESIA, y supone hacerlo desde el más fresco y nítido de los respetos. Él representa la diferencia que hace que esto en lo que creemos sea una realidad cada vez más real. No basta con ser una parte de lo mismo. No nos podemos conformar.

    Este párrafo anterior es, desde muchos puntos de vista, una de las claves para poder hablar de lo verdaderamente creativo dentro de la sala, la comunicación, el vino, su razón de ser y cuantos conceptos diferenciales estemos dispuestos a otorgar. Es lo más puramente sencillo, y a su vez clave. Es Andrés.

    Oír el vino, beber la música.
    Una sola nota y un sorbo de vino bastan para despertar todos tus sentidos.

    Hablar de Andrés Gómez es hacerlo desde el más fresco y nítido de los respetos. Él representa la diferencia que hace que esto en lo que creemos sea una realidad cada vez más real. No basta con ser una parte de lo mismo. No nos podemos conformar.

    Usando como herramienta “El Diccionario de Interpretación del Vino y la Música” el sommelier e integrante de VINO Y RAÍZ, Andrés Gómez nos ayuda a diario a jugar a VINESTESIA.

    “VINESTESIA” no solo consiste en un “maridaje”. Es un gran juego de los sentidos donde la música y el vino alcanzan el territorio de lo sublime donde la interpretación de los creadores nos pone a dudar el orden de los sentidos.

    “Oír el vino, beber la música.
    Una sola nota y un sorbo de vino bastan para despertar todos tus sentidos”.

    Así describe él VINESTESIA, que en gran medida sirve para definir su especial y única forma de concebir el mundo del vino y la música.

    “Es una intervención artística, didáctica y descriptiva. Nos introducimos en la cata del vino y descubrimos toda su expresión y sensaciones. Despertaremos la curiosidad del olfato, la agilidad de nuestra vista, la calidez del tacto y el placer del gusto, guiados por la armonía en nuestro oído. Una actividad tan finita, real y amable como una copa de buen vino; tan sutil, eterna y llena de belleza como la música. Y viceversa.

     

  • Julia Casado, desde la Vendimia. Lucidez y Respeto.

    La del Terreno. En VINO Y RAÍZ hemos decido que la mejor forma de introducir la primera colaboración de Julia con nosotros es hacerlo con las primeras palabras que le dedicamos en el artículo que publicamos hace no mucho. Palabras y admiración.

    “Hay extraños casos que dan sentido sin pretenderlo a un proyecto que cuenta con la literatura, el arte, el vino, las buenas personas y todo lo mejor de lo que una imaginación creativa sea capaz de inventar.

    Estamos en El Terreno del vino y este es uno de esos fenómenos. Algo que quizá ya esté escrito, pintado, representado e incluso catado, pero esto, ese algo, y, en este caso, representa más de la mitad de ese mundo en el que creemos.

    Es divertido esto de escribir sin tener la necesidad de hacerlo. Llevar a la práctica este lema aparentemente no resulta fácil. Vivimos en el mundo de la imagen y el dinero por encima de todo, aunque al final todo sea cuestión de tiempo y prioridades.

    Estoy seguro de que Julia tiene claro a día de hoy cuales son las suyas. Mantener viva la llama del primer fuego. Ese fuego primigenio. Sacar La del Terremo 2015 (DOP Jumilla) y conseguir que se pregunte pronto por la siguiente añada, ya es un logro. El hecho de que sigas pisando firme la tierra que tocan tus pies es un añadido de algo más que valor. Pero que siendo honesto sigas con la misma idea de calma, de trabajar por lo que crees, de tener el valor de cambiar de DO -de Jumilla a Bullas- por creencia y fidelidad a tu propio yo.

    Hacerlo por fidelidad a tu proyecto , a tantas pequeñas apuestas por tí,…. eso es ya no es un capricho, eso es un verdadero triunfo”.

    En este caso, en Vino y Raíz Etnológic@Radio, nos visita de una forma que nunca podremos agradecerle los suficiente. Julia deja los preparativos de la vendimia y viene hasta los estudios como parte del disfrute de este mundo, dice ella.