Hablar de Andrés Gómez es hacerlo de los sentidos, es hablar de VINESTESIA, y supone hacerlo desde el más fresco y nítido de los respetos. Él representa la diferencia que hace que esto en lo que creemos sea una realidad cada vez más real. No basta con ser una parte de lo mismo. No nos podemos conformar.

Este párrafo anterior es, desde muchos puntos de vista, una de las claves para poder hablar de lo verdaderamente creativo dentro de la sala, la comunicación, el vino, su razón de ser y cuantos conceptos diferenciales estemos dispuestos a otorgar. Es lo más puramente sencillo, y a su vez clave. Es Andrés.

Oír el vino, beber la música.
Una sola nota y un sorbo de vino bastan para despertar todos tus sentidos.

Hablar de Andrés Gómez es hacerlo desde el más fresco y nítido de los respetos. Él representa la diferencia que hace que esto en lo que creemos sea una realidad cada vez más real. No basta con ser una parte de lo mismo. No nos podemos conformar.

Usando como herramienta “El Diccionario de Interpretación del Vino y la Música” el sommelier e integrante de VINO Y RAÍZ, Andrés Gómez nos ayuda a diario a jugar a VINESTESIA.

“VINESTESIA” no solo consiste en un “maridaje”. Es un gran juego de los sentidos donde la música y el vino alcanzan el territorio de lo sublime donde la interpretación de los creadores nos pone a dudar el orden de los sentidos.

“Oír el vino, beber la música.
Una sola nota y un sorbo de vino bastan para despertar todos tus sentidos”.

Así describe él VINESTESIA, que en gran medida sirve para definir su especial y única forma de concebir el mundo del vino y la música.

“Es una intervención artística, didáctica y descriptiva. Nos introducimos en la cata del vino y descubrimos toda su expresión y sensaciones. Despertaremos la curiosidad del olfato, la agilidad de nuestra vista, la calidez del tacto y el placer del gusto, guiados por la armonía en nuestro oído. Una actividad tan finita, real y amable como una copa de buen vino; tan sutil, eterna y llena de belleza como la música. Y viceversa.