Vivimos una época en la que está todo tan enfocado a la alabanza del ego que cualquier gesto dirigido hacia el bien del otro, cada vez, cobra menos relevancia. *#Revista #DMODA*

Es por eso que de vez en cuando se nos antoja en Vino y Raíz que es bueno parar, hacer un alto en este camino tan lleno de baches a veces, y homenajear a las personas que sonríen para saludar, a la sonrisa y el espumoso que la guía. Aplaudir para agradecer, brindar por los días, las tardes y las noches. Seres vivos -no somos otra cosa- que al fin y al cabo sonríen a la vida. Personas y mujeres sobre todo -ya entenderemos algún día el porqué-, que también nos ayudan a perfilar esa sonrisa en en el rostro.

Es preciso proponer diferentes y radicales formas de beber, de comer, de leer, y hasta de caminar. Es muy necesario, después de pensar mil veces qué hacer durante un determinado momento, detenerse para no hacerlo. Detenerse para no seguir estresando la mente, para dejarse llevar. En ese preciso instante habrá llegado la hora de usar la opción de la llamada a alguien que en alguna ocasión nos haya sonreído sin esperar a cambio nada, simplemente por entregar.

Vuelvo con la sonrisa y el espumoso para lanzar un objetivo. El de hoy es invitaros a vinos preciosos, nacidos solo de la tierra, del trabajo y del amor. En este instante me surge la idea de contar algo que enlaza muy bien con preciosidades naturales, burbujas y también respeto por el medio.

Quiero hablaros muy brevemente de una muy buena noticia que nos puede llevar a entender también porqué la risa es fundamental, o porqué buscar el bienestar inmediato del otro es clave.

Pascaline Lepeltier, con 38 años se convierte en la mejor sumiller de Francia. “Es lo más que una de las más prestigiosas revistas te otorgue este reconocimiento, a mí que solo soy una modesta camarera”- Sonrisas y un gesto de reflexión-. Una modesta camarera regalando un comportamiento amable (o camarero, da igual). El sueño de cualquier comensal.

Es preciso proponer diferentes y radicales formas de beber, de comer, de leer, y hasta de caminar. Es muy necesario, después de pensar mil veces qué hacer durante un determinado momento, detenerse para no hacerlo, para no seguir debanando la mente, para dejarse llevar.

Lepeltier, que vive en Nueva York, es una apasionada de los vinos ecológicos y biodinámicos. “Creo en la necesidad de pensar en lo que bebemos y comemos. Tenemos que mentalizarnos sobre la importancia de transformar la agricultura así como la forma de recibir las sensaciones que producen». “Soy de una generación que desea recuperar el gusto surgido de una agricultura viva», dice, y destaca que está encantada de que cada vez más fincas vitícolas se enfoquen en el cultivo ecológico.

…,hacer un alto en este camino tan lleno de baches a veces, y homenajear a las personas que sonríen para saludar, para agradecer, para brindar por los días, las tardes y las noches.

Y es que es ahí donde suele surgir el propósito. El de llevar mediante el uso de la cara amable unas copas vacías hacia el cuello de una botella y después hacia el hueco donde el buen provecho solo depende de nosotros.

Espuma, olas y burbujas. Estas premisas junto a la predisposición a saltarse la normalidad.

Esto es un resumen, un compendio de porqué de vez en cuando debemos fiarnos en personas, en camareros de vino como Pascaline. Un gesto amable.  “Es lo más que una de las más prestigiosas revistas te otorgue este reconocimiento, a mí que solo soy una modesta camarera”

El sol, la lluvia, la sombra, el frío, o cualquier otro agente pueden formar parte del escenario perfecto para disfrutar de Tharsys. El fruto de la fermentación de muchas alegrías. Alegrías de Tharsys. Esta es la mezcla que llevo a estas líneas.

Tharsys es, dentro de su enclave, Utiel Requena, un cava elaborado con una variedad que aporta a cualquier momento sensaciones más que únicas. Chardonay y sus golpes de fruta junto a un añadido especial que lo enriquece de una forma que yo definiría como brutal.

No hace tanto tiempo que descubrí muy de cerca y no lejos de aquí una botella con algunas burbujas dentro. Carbónico y una infinidad más.

Este cava tiene 14 meses de crianza en barrica de roble y una sorpresa en forma de terminación. Una sorpresa en forma de colaboración, de hermanamiento, de vinos dulces viejos. Un líquido con personalidad, peculiar, simpático y canalla.

Con esto y ese momento en el que te encuentras bien casi sin saber porqué te puedes enfrentar a cualquier plato. El gran espacio donde destacar la preciosidad de un vino y del tiempo que marca el momento de compartirlo.

Tharsys es un cava elaborado en Utiel-Requena (preguntar en vinissimo) con una variedad que aporta a cualquier momento sensaciones más que únicas. Chardonay y sus golpes de fruta junto a un añadido especial que lo enriquece de una forma que yo definiría como brutal.

Experimenta la sonrisa y el espumoso desde el salado de un pequeño aperitivo, no dejes pasar la opción de combinarlo con la textura de un tartar a base de aguacate y salmón, hasta la cremosidad de un crepe dulce o un pastel de fruta.

Una explosión de aromas frutales. Albaricoque, chirimoya, nísperos, y un suave toque de raíz de regalíz junto una burbuja también elegante, ayuda a reforzar la frescura qua propone Alegría de Tharsis. Un cataclismo llamado la sonrisa y el espumoso.

Es innato en mí usar como culmen del agradecimiento, hasta el más reconfortante de los actos. La entrega. El milagro que solo a veces es comparable con lo que lleva implícito, la felicidad y el orgullo de compartirla.